Al ser el gato un carnívoro estricto y cazador (no carroñero), tiene una mayor necesidad proteica que el perro: una tercera parte de su dieta como mínimo debe estar compuesta por proteínas ricas en aminoácidos esenciales. Uno de estos aminoácidos -la taurina- tiene importantes propiedades metabólicas, antioxidantes, neurológicas y coronarias. Pero el gato es incapaz de generar taurina por sí mismo, de ahí la importancia de añadirla en su dieta para evitar el debilitamiento de su vista y corazón.

En cuanto a la vitamina A; los perros pueden obtenerla a través del betacaroteno presente en las verduras, pero los gatos carecen de esta capacidad, de modo que es importante un aporte extra de vitamina A para prevenir en nuestros felinos el deterioro del pelo, músculos y vista.